DIFICULTADES QUE ENFRENTÓ MENDEL


Su obra no tuvo respuesta alguna entre la comunidad científica de su época. De hecho, Mendel íntercambió correspondencia con uno de los más eminentes botánicos del momento, Carl Nágeli, aunque éste no pareció muy impresionado por su trabajo. Sugirió a Mendel que estudiara otras plantas, como la vellosina Hieracium, en la cual Nágeli estaba muy interesado. Mendel siguió su consejo, pero los experimentos con Hieracium no fueron concluyentes, dado que no encontró normas consistentes en la segregación de sus caracteres, y empezó a creer que sus resultados eran de aplicación limitada. Su fe y su entusiasmo disminuyeron, y debido a la presión de otras ocupaciones, en la década de 1870 abandonó sus experimentos sobre la herencia. 

No fue hasta mucho después de la muerte de Mendel, en 1903, cuando se descubrió que en Hieracium se da un tipo especial de partenogénesis, que produce desviaciones de las proporciones fenotípicas y genotípicas esperadas. Tuvieron que pasar treinta y cinco años para que la olvidada monografía de Mendel saliera a la luz. En 1900 se produjo el redescubrimiento, de forma prácticamente simultánea, de las leyes de Mendel por parte de tres botánicos: el holandés Hugo de Vries en Alemania, Eric Von Tschermak en Austria y Karl Erich Correns en Inglaterra. Asombrados por el sencillo planteamiento experimental y el análisis cuantitativo de sus datos, repitieron sus experimentos y comprobaron la regularidad matemática de los fenómenos de la herencia, al obtener resultados similares. Al conocer de forma fortuita que Mendel les había precedido en sus estudios, estuvieron de acuerdo en reconocerle como el descubridor de las leyes que llevan su nombre. 


El británico William Bateson otorgó un gran impulso a dichas leyes, considerándolas como base de la genética (hoy llamada genética clásica o mendeliana), término que acuñó en 1905 para designar la «ciencia dedicada al estudio de los fenómenos de la herencia y de la variación de los seres». En 1902, Boyen y Sutton descubrieron, de• forma independiente, la existencia de un comportamiento similar entre los principios mendelianos y los cromosomas en la meiosis. En 1909 el danés Wilhelm Johannsen introdujo el término «gen» definiéndolo como «una palabrita.., útil como expresión para los factores únitarios... que se ha demostrado que está en los gametos por los investigadores modernos del mendelismo». Sin embargo, no fue hasta finales de la década de 1920 y comienzos de 1930 cuando se comprendió el verdadero alcance del trabajo de Mendel, en especial en lo que se refiere a la teoría evolutiva.

El trabajo de Mendel pasó bastante inadvertido por la comunidad científica durante su vida. En parte, os contemporáneos de Mendel no reconocieron la importancia de su trabajo porque sus hallazgos iban en contra de las ideas predominantes sobre la herencia. Además, aunque ahora vemos el uso que hizo Mendel de las matemáticas como innovador, resultaba nuevo, desconocido y quizá confuso o no intuitivo para otros biólogos de la época.

A mediados de 1800, cuando Mendel estaba haciendo sus experimentos, la mayoría de los biólogos simpatizaba con la idea de herencia de mezcla. La herencia de mezcla no era una hipótesis científica formal, sino más un modelo general en el cual la herencia implicaba la mezcla permanente de las características de los padres en sus descendientes ( y producía descendencia con una forma intermedia de una característica. El modelo de mezcla encajaba bien con algunas observaciones de la herencia humana: por ejemplo, los niños a menudo se ven un poco como ambos padres.

Pero el modelo de mezcla no podía explicar por qué Mendel cruzó una planta de guisantes baja y una alta, y obtuvo solamente plantas altas o por qué la autofecundacion de una de esas plantas produciría una proporción de 3:! de plantas altas y bajas en la siguiente generación. En cambio, si el modelo de mezcla fuera correcto, una planta alta cruzada con una baja debería producir una planta mediana, que a su vez produciría mas plantas medianas.

Referencias

Las Leyes de Mendel Orlando Valega, apicultor de Apícola Don Guillermo Correo: apicoladonguillermo@yahoo.com.ar LAS LEYES DE GREGOR MENDEL DE LA HERENCIA GENETICA - TEORIA MENDELIANA

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